viernes, 8 de junio de 2012

Jesús, el Gran Ingeniero del mundo

Jesús, Gran Ingeniero del mundo
de tu mano poderosa nació todo nuestro saber,
hasta el que no conoceremos nunca.


Entre nosotros, quisiste someter tu grandeza al cuidado amoroso de San José, príncipe y patrón de los ingenieros.


Tú has querido mostrarte escondiéndonos tu misterio en las ecuaciones diferenciales irresolubles.


Has manifestado tu inabarcabilidad en el infinito campo de los números, en igualdades como 0,9999... = 1, en el espacio inconmensurable que nos rodea.


Tu poder asombra a los científicos más sabios cuando juegas con el número pi, el número e o la razón áurea que aparecen por tu mano en los lugares más recónditos del saber.


Podemos palpar los vestigios de tu infinitud cuando decimos que una recta se prolonga sin término, que el espacio cartesiano no tiene fin, que el límite de una función tiende a infinito.


Tú has querido manifestar tu omnipotencia en los axiomas de la Matemática, entregándonos herramientas que no podemos demostrar.


Nos demuestras tu eterna sabiduría cuando surgen nuevos teoremas tras solucionar otros que han permanecido irresolutos durante 300 años.


Nos has permitido reproducir la vida humana y adaptar nuestro entorno transformándolo para que sea nuestro hogar, aun en los lugares más recónditos y adversos, pero no nos permites crear de la nada ni una brizna de materia o energía, reservándote para Tí tu inmenso poder creador.


Nos das las habilidades para crear una máquina colosal como el LHC (Gran Colisionador de Hadrones) aun sabiendo como sabemos que no podremos usarlo para crear nada sino solamente para conocer mejor tu obra y el amor que ella encierra.


Conocemos al mismo tiempo la naturaleza interna del estallido desenfrenado de una supernova y las ecuaciones que gobiernan la transferencia de calor de la brisa sobre nuestra piel, convirtiéndonos en "nuevos Elías" a la entrada de su cueva en el Horeb.


Igual que nos dejaste tu evangelio para conocerte a Tí, también nos dejaste la manera de conocer mejor tu obra: el método científico.


Señor, quisiera pegarme cada vez más a Tí como una función a su asíntota.


Quisiera abrazarte como una parábola abre sus brazos hasta el infinito, sin cansarme de buscarte.


Quisiera añadir obras de amor a mi vida como a una serie de Taylor añadimos términos para buscar exactitud, siempre alrededor tuya, que eres la perfección suma.


Que no me canse de testimoniar tu evangelio, a pesar de mi imperfección, de la misma manera que un fractal se reproduce a sí mismo sin descanso.


Por Tí, las ciencias las escribimos con mayúsculas. Y sin embargo, sé que todo eso es nada al lado tuyo, que todo lo has puesto al alcance de nuestro conocimiento sólo para manifestarnos una sombra de tu poder y tu gloria.


Ante Tí me arrodillo y me postro, Señor, encerrado por amor en el Tabernáculo bajo el círculo perfecto e inconmensurable de la hostia consagrada.


Qué osadía la nuestra, la de querer enmendarte siempre la plana.


Enlaces relacionados:
Jesús muere en la Cruz, árbol de vida
¿Qué significa IX-XC Nika?
El Testimonium Flavianum

jueves, 7 de junio de 2012

Sugerencias para amar

No pretendo dar lecciones de amor, pues me confieso un aprendiz (pésimo) en la tarea que nos encomienda Jesús. Sólo quiero compartir con vosotros mis reflexiones sobre el amor. Estas palabras me las digo a mí mismo para que ellas también obren en mí, por la gracia de Dios:

1) Comienza por amar a Jesús, Su Palabra, Su Vida, Su Ser. Imprégnate de Él. Si no amas a Jesús no entenderás por qué Él nos manda amar.

2) No esperes que el amor sea fácil. Si es demasiado fácil, no es mucho amor. "Ama hasta que duela" (Beata Teresa de Calcuta).

3) No esperes amar con grandes gestos. Ama en las pequeñas cosas pues esas sólo las ve Dios.

4) Ama sin esperar nada a cambio y hasta el final.

5) Ama primero a los que te rodean. Son las personas con las que tenemos más trato, de las que conocemos mejor sus fallos, de las que tenemos más prejuicios. Ahí tenemos una tarea mayor. Comienza por tu familia.

Ama también a los que dejaste de amar hace tiempo. Si ellos no te aman, borra el rencor de tu corazón y te habrás puesto en el camino correcto.

6) Amar es ser cortés, respetuoso, amable, diligente, puntual, formal, responsable, honrado, cumplidor, amante de la verdad. Cumple las normas de tráfico.

7) Saluda a todas las personas que conozcas cuando las encuentres. Mira a los ojos a quien sabes que no se va a sentir ofendido por ello. Sonrieles de corazón.

8) Tras una discusión, no te muestres rencoroso, obra como si no hubiera pasado nada. Si ha habido alguna ofensa, pide perdón.

9) No te enojes si una persona mayor te aborda para hablar y te entretiene en tus tareas. Seguramente padecerá alguna soledad, material o espiritual. Sé paciente con ella.

10) Vence tus miedos a amar.

11) Practica la empatía, es decir, ponte en el lugar del otro, intentando reproducir sus mismos sentimientos y miedos. Comprenderás mejor su situación.

12) El amor debe ser también reflexivo. "Que la limosna sude en tu mano" (La Didajé). No amamos con el corazón (es un músculo); amamos con nuestro cerebro.

13) ¿Terminar con el hambre en el mundo? Mejor comienza por dar de comer a la persona que tienes al lado, por amar a tu vecino. Los objetivos para el amor deben ser concretos.

14) Recuerda alguna otra vez que amaste de modo especial y sincero a alguien. Recuerda lo bien que te sentiste y cómo fue una alegría para tí.

15) No seas demasiado exigente contigo mismo. Todos tenemos nuestros momentos buenos y nuestros momentos malos, nuestros cansancios y debilidades. Mantén la tensión de amar a lo largo de toda tu vida y procura enmendar suavemente tus errores (parábola de los dos hijos: Mt 21, 28-32).

16) Ve en el rostro del otro a Jesús y trátalo como a Él mismo. Su rostro es distinto al tuyo, pero siente igual que tú, y Dios habita en él por voluntad Suya, aunque sea un pecador (tú también lo eres).

17) No midas tu amor por objetivos cumplidos. Dios no lo hace; Jesús mirará tu sinceridad antes que tus logros.

18) Busca fuerzas en la oración y los sacramentos. El amor procede de Dios y sólo en Él podremos beberlo.

19) Procura tener tu espíritu en paz.

20) Uno de los mayores errores de la historia humana, es el concepto del amor romántico, es decir, del amor que viene espontáneamente, se manifiesta mediante volutas de humo e igual que vino, puede irse. El amor es una labor, un propósito, un esfuerzo diario, especialmente en cuanto al amor matrimonial se refiere.

21) Si vas conduciendo tu coche y un desconocido comete alguna barbaridad, seguro que te enojarás y mucho. Si el que comete la barbaridad es tu hijo, serás indulgente. Saca tus propias conclusiones.

Enlaces relacionados:
Amar en la diferencia
¿A qué se parece el amor?
Los regalos misteriosos de Dios
Amor y libertad: el amor en Dios

martes, 5 de junio de 2012

Oración para una visita a Jesús Sacramentado, por Juan Pablo II


Oración para una visita a Jesús Sacramentado, por Juan Pablo II
            Señor Jesús:
            Nos presentamos ante ti sabiendo que nos llamas y que nos amas tal como somos.
            "Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Hijo de Dios" (Jn. 6,69).
            Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena y continúa como comunión y donación de todo lo que eres.
            Aumenta nuestra FE.
            Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
            Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
            Siguiéndote a ti, "camino, verdad y vida", queremos penetrar en el aparente "silencio" y "ausencia" de Dios, rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre que nos dice: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi complacencia: Escuchadlo" (Mt. 17,5).
            Con esta FE, hecha de escucha contemplativa, sabremos iluminar nuestras situaciones personales, así como los diversos sectores de la vida familiar y social.
            Tú eres nuestra ESPERANZA, nuestra paz, nuestro mediador, hermano y amigo.
            Nuestro corazón se llena de gozo y de esperanza al saber que vives "siempre intercediendo por nosotros" (Heb. 7,25).
            Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de Pascua y camino apresurado contigo hacia el Padre.
            Queremos sentir como tú y valorar las cosas como las valoras tú. Porque tú eres el centro, el principio y el fin de todo.
            Apoyados en esta ESPERANZA, queremos infundir en el mundo esta escala de valores evangélicos por la que Dios y sus dones salvíficos ocupan el primer lugar en el corazón y en las actitudes de la vida concreta.
            Queremos AMAR COMO TÚ, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.
            Quisiéramos decir como San Pablo: "Mi vida es Cristo" (Flp. 1,21).
            Nuestra vida no tiene sentido sin ti.
            Queremos aprender a "estar con quien sabemos nos ama", porque "con tan buen amigo presente todo se puede sufrir". En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad del Padre, porque en la oración "el amor es el que habla" (Sta. Teresa).
            Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes básicas, decisiones duraderas, opciones fundamentales según nuestra propia vocación cristiana.
            CREYENDO, ESPERANDO Y AMANDO, TE ADORAMOS con una actitud sencilla de presencia, silencio y espera, que quiere ser también reparación, como respuesta a tus palabras: "Quedaos aquí y velad conmigo" (Mt. 26,38).
            Tú superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos aprender a adorar admirando el misterio, amándolo tal como es, y callando con un silencio de amigo y con una presencia de donación.
            El Espíritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos "gemidos inenarrables" (Rom. 8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y en el gesto filial de quien ya se contenta con sola tu presencia, tu amor y tu palabra.
            En nuestras noches físicas y morales, si tú estás presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos basta, aunque muchas veces no sentiremos la consolación.
            Aprendiendo este más allá de la ADORACIÓN, estaremos en tu intimidad o "misterio".
            Entonces nuestra oración se convertirá en respeto hacia el "misterio" de cada hermano y de cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y social y construir la historia con este silencio activo y fecundo que nace de la contemplación.
            Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración se convertirá en capacidad de AMAR y de SERVIR.
            Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos enseñe a meditar y adorar en el corazón. Ella, recibiendo la Palabra y poniéndola en práctica, se hizo la más perfecta Madre.
            Ayúdanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar adorando y amando tu Palabra, para transformarla en vida y comunicarla a todos los hermanos.

domingo, 3 de junio de 2012

La Iglesia Católica, en español


Este video nos recuerda las grandezas de nuestra fe, que en la Iglesia Católica estamos en casa y que tenemos muchos dones y gracias de las que enorgullecernos.


Que el Señor te bendiga.


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