sábado, 22 de octubre de 2011

Sólo el amor vence



Sólo el amor vence.... ¡sólo!. En nuestra vida podremos vencer, pero si no ha sido con amor, por amor, y viviendo y descansando en el amor de Dios, no hemos vencido; hemos sido derrotados por el Maligno. Y aunque parezca que hemos sido derrotados, aunque parezca que estamos acabados y varados en la orilla, si en nuestra vida hay amor, hemos vencido. Cristo ha vencido en nosotros.
 Pablo Domínguez Prieto

 Qué ciertas  son estas palabras que el joven sacerdote Pablo Domínguez dirigió durante unos ejercicios espirituales a las monjas de clausura del monasterio de Tulebras (España). Sólo con y en el amor de Dios podemos superar las pruebas  a las que estamos sometidos, en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir.


Ellas me llevan  asímismo a meditar sobre éstas que escribió el apóstol San Pablo  a los corintios:


Por eso no nos acobardamos, sino que cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando día a día. Pues la leve tribulación presente nos proporciona una inmensa e incalculable carga de gloria ya que  no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; en efecto lo que se ve es transitorio, lo que no se ve  es eterno
 2 Corintios 4, 16-17

Seamos y mantengámonos fuertes en la fe y en el amor pues si Dios está con nosotros ¿quién podrá vencernos?.


Enlaces relacionados:
Amar en la diferencia
¿A qué se parece el amor?
¿Cómo amo?

miércoles, 19 de octubre de 2011

Citas Bíblicas que deberíamos leer los católicos (IX)

La bendición de los hijos de Israel (Nm 6, 22-26)


El Señor habló a Moisés: "Di a Aarón y a sus hijos, esta es la fórmula con la que bendeciréis a los hijos de Israel:


"El Señor te bendiga y te proteja,
ilumine su rostro sobre ti
y te conceda su favor.
El Señor te muestre su rostro
y te conceda la paz".


Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel y yo los bendeciré".


La bendición por antonomasia del Antiguo Testamento. La bendición del Dios de Israel. El rostro de Dios, su favor, la paz ... qué mejores dones para invocar del que todo lo puede.


Enlaces relacionados:
Conclusión del evangelio de San Juan

domingo, 16 de octubre de 2011

Las flechas en la aljaba (XII): negación.



El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz y me siga.


El seguimiento a Jesús no es algo banal y superficial.  Las condiciones del seguimiento empiezan por negarte a tí mismo. ¿Esto quiere decir que Jesús me pide que me anule, que no sea nada, que no significo nada para Él? No, ni mucho menos. Jesús nos recuerda que vivir tiene que ser una entrega, que no se puede amar de verdad si estoy pensando todo el día en mí.


Pero lo segundo parece más duro: ¿cargar con una cruz, con mi cruz? Jesús no dice: "cargue con una cruz" o bien "cargue con la cruz", sino que dice "cargue con SU cruz". El Señor sabe que todos tenemos alguna cruz, grande o pequeña, llevadera o terriblemente insoportable, la misma desde que éramos pequeños o más reciente.


Jesús nos propone la curación y nos dice que tenemos que cargar con nuestra cruz. ¿Has probado alguna vez cuando algo se te hace abrumadoramente doloroso, convertir ese dolor en la cruz que dice Jesús y CARGAR con ella? 


Te aseguro que cuando pienses en esto y ores, verás como es Jesús quien te está ayudando a cargar tu cruz, y cómo esa cruz comienza a pesar menos. Tremendos efectos de la medicina divina.


Enlaces relacionados:
La Cruz permanece...
Sólo yo decido.
Dios es lo único importante