sábado, 14 de marzo de 2009

Pensamientos (X)


172. La devoción al sagrado Corazón constituye una gran expresión histórica de la piedad de la Iglesia hacia Jesucristo, su esposo y señor; requiere una actitud de fondo, constituida por la conversión y la reparación, por el amor y la gratitud, por el empeño apostólico y la consagración a Cristo y a su obra de salvación. Por esto, la Sede Apostólica y los Obispos la recomiendan, y promueven su renovación: en las expresiones del lenguaje y en las imágenes, en la toma de conciencia de sus raíces bíblicas y su vinculación con las verdades principales de la fe, en la afirmación de la primacía del amor a Dios y al prójimo, como contenido esencial de la misma devoción.

173. La piedad popular tiende a identificar una devoción con su representación iconográfica. Esto es algo normal, que sin duda tiene elementos positivos, pero puede también dar lugar a ciertos inconvenientes: un tipo de imágenes que no responda ya al gusto de los fieles, puede ocasionar un menor aprecio del objeto de la devoción, independientemente de su fundamento teológico y de contenido histórico salvífico. Así ha sucedido con la devoción al sagrado Corazón: ciertas láminas con imágenes a veces dulzonas, inadecuadas para expresar el robusto contenido teológico, no favorecen el acercamiento de los fieles al misterio del Corazón del Salvador.


En nuestro tiempo se ha visto con agrado la tendencia a representar el sagrado Corazón remitiéndose al momento de la Crucifixión, en la que se manifiesta en grado máximo el amor de Cristo. El sagrado Corazón es Cristo crucificado, con el costado abierto por la lanza, del que brotan sangre y agua (cfr. Jn 19,34).


Directorio sobre la piedad popular y la liturgia, Juan Pablo II, 2002.

Enlaces relacionados:
Pensamientos (IX): Ana Frank
Pensamientos (VI): La Didajé
Pensamientos (IV): Juan Pablo II

viernes, 13 de marzo de 2009

¿Alguien me puede explicar...


... por qué existen librerías católicas en las que se venden libros de autores cuya doctrina ha sido condenada explícitamente por la Iglesia católica?

... por qué en esas mismas librerías católicas, se vende una película apologética de Lutero junto a otras películas de indudable y sano mensaje católico?

... por qué inducir al error mostrando libros de contenido budista, junto a libros católicos, como un libro de autoayuda más?

Me causa mucha pena y un profundo desaliento cuando veo que en tiendas católicas se venden libros como "La Brújula Dorada". Este libro, de indudable argumento anticristiano y anticatólico, fue llevado al cine hace pocas temporadas. Cuando se estrenó en EE.UU. hubo organizaciones que informaron para que los padres católicos no llevaran a sus hijos a verla, para evitar el razonamiento habitual: película infantil = película inofensiva.

El movimiento fue tan efectivo que la película se resintió en taquilla ante los avisados padres que optaron por no llevar a sus hijos al cine. Cuando se estrenó en España, sucedió igual: movimientos ciudadanos, información popular, concienciación e, incluso, información desde la sección de Cine de la web de la Conferencia Episcopal. Todo ello por evitar que nuestros muchachos y niños se vean influidos por conceptos perjudiciales para su formación cristiana.

En Paulinas, el libro se ha venido vendiendo libremente hasta el momento de escribir este artículo.

Igual ocurre con otros autores: Hans Küng, se ha descolgado con toda clase de lindezas contra Juan Pablo II y contra quien no piense como él. El 15 de diciembre de 1979 le fue retirado el permiso para enseñar en la Universidad de Tubinga por sus errores doctrinales. En sus libros ha defendido la eutanasia y calificó a Juan Pablo II como un dictador espiritual. Sin embargo, sus libros también se venden allí.

Anthony de Mello: este jesuita indio fue objeto de una notificación de la Congregación para la Doctrina de la Fe de fecha 24 de junio de 1998 en la que se declara su doctrina "incompatible con la fe católica". Sin embargo, sus libros se siguen vendiendo en Paulinas 10 años después. Y así muchos ejemplos más.

Una librería cualquiera venderá los libros que la moral de su propietario le permita. En una librería católica debe prevalecer la fidelidad a la fe transmitida a la hora de seleccionar el catálogo de obras a exponer. Acepto que puedan venderse libros heterodoxos o con errores, siempre que su adquisición no induzca a error a quien los compre y se evite cualquier sincretismo con otras religiones.

Para muchas personas comprar un libro en Paulinas es un argumento de autoridad y, por tanto, leen acríticamente cualquier obra que allí se vende, lo cual puede mover a confusión a muchas personas.

Que nadie entienda en mis palabras un descrédito para la labor de los Paulinos, considerada globalmente. Me parece muy necesaria la existencia de vehículos de comunicación católicos puestos al servicio de la Iglesia como ellos han venido haciendo hasta ahora y aprecio y valoro su entrega en esta misión tan necesaria hoy.

Pero me parece igualmente necesario que esos vehículos sean seguros para la transmisión de la fe y no induzcan a error a la persona que, confiadamente, se acerca a una librería católica a comprar un libro o un DVD para su formación cristiana.

Esperamos que los tiempos aquellos de la intervención por parte de la Santa Sede en el gobierno de los Paulinos hayan quedado atrás y que se encuentre la senda del amor a la divulgación de la sana doctrina, que es la que nos garantiza la unión con Cristo y con su Iglesia.

En cualquier institución religiosa, y también en una editorial y librería católica, este amor debe prevalecer sobre el deseo del beneficio, por muy justificado y necesario que sea éste para subsistir, y sobre las políticas comerciales de terceros, como las distribuidoras, que quieran imponer qué libros colocar en las estanterías. Cristo y su verdad por encima de todo.

jueves, 12 de marzo de 2009

La liturgia estacional: Iglesias estacionales

En la consolidación histórica de la liturgia estacional, han transcurrido varios períodos hasta la que ha llegado a nuestros días.

De un primer momento histórico proceden las estaciones a las basílicas principales romanas, San Pedro, San Pablo, Santa María la Mayor, San Lorenzo y Santa Cruz de Jerusalén. En estos templos se tenían los oficios litúrgicos los domingos y las ferias importantes de la semana, miércoles, viernes y sábado. Esto probablemente en recuerdo del texto de la Didajé que dice:

"Pero no hagas que tu ayuno sea con los hipócritas, porque ellos ayunan en el segundo y quinto día de la semana. Mas bien, ayuna en el cuarto y sexto día." (cap. 8, 1).

Dado que la semana ha de comenzar a contarse por el domingo como primer día, el cuarto y el sexto corresponden al miércoles y viernes.

En un momento posterior, en el siglo V, se fueron incoporando más templos para cubrir todos los días de la semana, excepto los jueves.

Del siglo VIII proceden las misas estacionales de los jueves.

Era costumbre que la iglesia estacional estuviera engalanada y abierta al pueblo durante todo el día en que le correspondía su turno. También se anunciaba públicamente cuál era el siguiente templo que le correspondía por orden para que el pueblo lo conociera, sustituyendo al aviso que antiguamente hacía el subdiácono en este sentido.

En los libros litúrgicos recientes aún puede verse la distribución diaria de la liturgia estacional, indicando a qué templo corresponde cada día; si bien, como indicamos, ésta era una peculiaridad propia de la liturgia romana, han existido intentos de llevar esta costumbre a otras diócesis y ciudades.

En la página web del Vaticano se anuncia a qué templo corresponde la estación de cada día de la Cuaresma. Puede consultarse aquí.


Enlaces relacionados:
Introducción a la liturgia estacional
Dar limosna hoy

Carta del Papa Benedicto XVI a los obispos del mundo


Hoy mismo acaba de ver la luz la carta de S.S. Benedicto XVI a los obispos de la Iglesia sobre la remisión de la excomunión de los cuatro obispos consagrados por el Arzobispo Lefebvre.

La carta, cuya lectura recomiendo en este enlace, nos muestra el rostro del Papa como padre y pastor, sin solemnidades, cara a cara, con sinceridad y caridad, con la humildad del reconocimiento de los errores cometidos que hay que enmendar pero con la convicción de quien obra por el bien de la Iglesia.

Deja bien claro que la remisión de la excomunión a estos obispos no implica en modo alguno la legitimación dentro de la Iglesia de la Fraternidad de San Pío X, a la que aún le queda camino doctrinal por recorrer para reincorporarse al Cuerpo de Cristo. Dicha remisión tampoco implica la legitimación de los reincoporados a la comunidad de la Iglesia para el ejecicio de un ministerio del que legítimamente no están investidos, aunque sí ordenados válidamente.

Por lo tanto, levantar la excomunión nunca implica legitimar los desvíos doctrinales que la Fraternidad deberá corregir para encontrar su lugar en la Iglesia de Cristo. Para dejar esto claro, la Pontificia Comisión Ecclesia Dei trabajará en adelante en íntima unión con la Congregación para la Defensa de la Fe, para dejar bien claro este aspecto: el resto del camino que queda por recorrer es doctrinal y no personal.

El propio Papa acepta que se han producido declaraciones fuera de tono por parte de la Fraternidad, pero que también se han recibido muestras de gratitud por el paso dado hacia la unión. ¿Debe la Iglesia mirar para otro lado ante esas circunstancias y dejar que el pecado de unos cuantos perturbe el proceso de unión de los que piden volver a la Iglesia de Cristo?

Sus palabras nos evocan la dulce tristeza del padre que se lamenta de que católicos hayan aprovechado el caso Williamson para herirle, mientras han sido los judíos los que le han ayudado a deshacer la confusión creada. Judíos que le dan la mano mientras católicos le zahieren. Como para llamar a las conciencias de quienes han colaborado en la confusión y hacer reflexionar a los que ven en el Papa la diana de sus constantes críticas en lugar del padre en la fe que hay que amar y respetar.

El pecado, el error humano, nunca es causa suficiente para el alejamiento definitivo de la Iglesia que acarrea la excomunión. En tal caso, todos los católicos estaríamos excomulgados de la Iglesia. Son las desviaciones doctrinales que empañan la imagen de Cristo y de la Iglesia que se proyecta en el mundo lo que justifica la separación.

El Papa llama la atención sobre los que consienten veladamente la existencia de un chivo expiatorio sobre el que descargar todas nuestras insidias y desprecios, al que se pueda odiar libremente para reafirmar nuestra posición. Que el Papa se haya acercado a ese foco de odio, lo convierte también, a los ojos de algunos, en odioso, como él mismo afirma con tristeza.


La Iglesia debe siempre mostrar su brazo extendido hacia los que se han apartado de la comunión para que la Luz de Cristo brille cada vez con más fuerza en el mundo, sin que tengamos que caer, como los Gálatas, en "mordernos y devorarnos para terminar por destruirnos mutuamente". Este no es el rostro que la Iglesia tiene que mostrar al mundo, sino el compasivo y misericordioso con el errado para que cada cual encuentre su espacio en la Iglesia de Cristo, sin que por esto haya de renunciarse a la integridad de la doctrina recibidas, ni al magisterio.

Al leer esta carta, encuentro a través de la escritura sencilla del Papa, la necesidad siempre presente de la unidad en torno a Pedro. Muchos católicos, que encuentran un regusto morboso en descargar sus frustraciones personales contra la cabeza de la Iglesia, deberían meditar sobre su postura, cambiar de una vez por todas y afirmarse, sin condiciones en estar junto a la Roca que nos ha de llevar al puerto seguro de la salvación.

Desde este blog, siempre con Pedro.

miércoles, 11 de marzo de 2009

La liturgia estacional: Introducción


Era costumbre, desde los primeros tiempos de la Iglesia, celebrar la liturgia cuaresmal de modo especial. Así, mientras en Jerusalén se celebraba la eucaristía el domingo y se suprimía el resto de los días feriales en señal de luto, en Roma en cambio se celebraba todos los días, excepto en los dos últimos de viernes y sábado santos (costumbre que seguimos manteniendo en nuestra liturgia actual).

Durante la cuaresma se tenían ritos especiales con la participación del Papa que, junto con el pueblo, manifestaba de forma solemne la naturaleza de estos días penitenciales para poner de manifiesto las palabras de la Escritura:

"Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará." (Mt 6, 17-18).

Esta liturgia especial recibió el nombre de estación, que procede del latín statio, vocablo militar que significa "estar en guardia, velar" para significar que este modo de proceder era una manera de recordar al cristiano la necesidad de permanecer vigilantes en estos días. Así 'hacer estación' o 'estar de estación' llevaba implícita la necesidad penitencial de ayunar y de velar en la fe.

La primera constancia que tenemos del uso de este término la encontramos en el Pastor de Hermas, escrito del s. II: "..veo al pastor sentado junto a mí, que me dice ¿a qué has venido aquí tan temprano? A lo que respondí: Stationem habeo, porque tengo estación..." y después aclara que por 'statio' entiende el ayuno.

El nombre de estación terminó por designar la liturgia papal que consistía en que en los días cuaresmales, se reunía con el pueblo en un determinado lugar para ir en procesión hasta la basílica o iglesia cercana y allí terminar el acto con la celebración eucarística. Esta liturgia se sigue practicando aún hoy en Roma.

Enlaces relacionados:
El ayuno, un gesto de amor
Sobre el miércoles de Ceniza

martes, 10 de marzo de 2009

Dar limosna hoy, ¿tarea de titanes?


Siempre es mejor pedir cuando sobra el dinero. A pesar de nuestra tendencia egoísta, es más fácil desprenderse de algo cuando tenemos la cartera mejor preparada y las fuentes de ingreso más seguras. Por lo que, para el necesitado, las expectativas de recibir siempre son mejores.

Sin embargo, cuando las dificultades acechan y el miedo nos acobarda, el espíritu de supervivencia nos impulsa a ser comedidos en lo que damos, a restringir nuestra generosidad por el miedo al mañana. Hoy podemos tener algunas monedas encima, pero no sabemos cómo vendrá la nómina del próximo mes, si vendrá, o si nos van a devolver aquella deuda que teníamos pensado cobrar y que nos ayudaría tanto ahora.

De ahí el mérito de quienes como Federico Jiménez Losantos y la COPE se embarcan en pedir para otros en estos tiempos de crisis.

Muchas personas que dan en la abundancia lo hacen sin poner su corazón en lo que dan. Otros, sienten temor de dar, pues en estos tiempos entregar una limosna se convierte para muchos en un pequeño salto en el vacío, en el que, si no hay amor, tememos darnos una costalada.

En este tiempo de hoy estamos pasando la prueba del 9 del verdadero amor, pues él nos empuja a confiar en Dios y su misericordia, y acudir en socorro de quien lo necesita, aunque a cada paso que damos, corramos el riesgo de que el camino se acabe detrás nuestro y no tengamos vuelta atrás.

Bien por Federico y la COPE, por su osadía; bien por todos los que trabajan en Cáritas y otras instituciones, contra viento y marea, para dar una mano de apoyo a todos los que la necesitan; bien por todos aquellos que son capaces en este tiempo a poner en juego los resortes del verdadero amor en su interior y vencer sus miedos y angustias para ayudar a los que lo necesitan.

Este es el camino de Cristo, en el que el amor lo puede todo.

lunes, 9 de marzo de 2009

La gran mentira de nuestro tiempo (y II)

Como segunda parte de La gran mentira de nuestro tiempo, vamos a ver que todo esto tiene una causa religiosa.

Un dato: en 1954 nevó en Sevilla (España). Las personas mayores no recuerdan ninguna otra nevada ni anterior ni posterior hasta nuestros días. Si hoy nevara en Sevilla, ¿sería interpretado como un signo más de este inexistente cambio climático, a pesar de que esto ya ocurrió? En caso afirmativo, sería una prueba más de la tergiversación científica que rodea todo este tema.

¿Cómo se puede decir que el clima está cambiando por la influencia de la actividad del ser humano si no se sabe exactamente aún el funcionamiento de la atmósfera?.

Hoy en día vivimos un nuevo episodio de la sociedad humana en el que cada vez nos encontramos más alejados de nuestro Dios, que nos incomoda. Como consecuencia de este alejarnos de la idea de Dios, surge la necesidad de crear nuevos dioses a los que adorar, como en el caso que refiero, es el del cambio climático.

Pero aún más, es la necesidad de crear nuevos dioses la que termina desplazando por la fuerza bruta al Dios Vivo revelado desde el comienzo de la Historia. Es un proceso de fuerza en el que nuevos postulados quieren desplazar de su sitio a los de siempre, como si el ser humano hubiera cambiado en su naturaleza en los últimos tiempos y necesitara nuevas normas morales.

Para ello, el cambio climático se ha de considerar un dios todopoderoso (todo tiene que ser enfocado desde ese punto de vista), tener sus dogmas (cualquiera que niegue su existencia, será considerado un negacionista), y será necesario hacerle ofrendas (el dinero que se está gastando en su causa sin contemplaciones).

Estos nuevos dioses nos traen una nueva revelación creada por nosotros, y una moral adaptada a nuestras necesidades (o mejor dicho, que no exista) y su autoridad procede de un pretendido conocimiento científico, revestido de la sacralidad profana de la ciencia, pero manipulado hasta la nausea.

Este nuevo dios creado por nosotros es justamente el contrario al Dios judeo-cristiano, un Dios Todopoderoso, revelado a sí mismo al pueblo judío en primer lugar y por Cristo de manera definitiva; para el que el ojo derecho de su amor es el ser humano y, por tanto, con las características de la moralidad y santidad.

Por esto es necesario destruir todo vestigio de este Dios para dar lugar al nacimiento del dios conveniente, del dios hecho a la medida de nuestras necesidades, del dios cómodo y amoral.

Este es el dios que hoy está en boga, que se nos quiere vender como la solución de todos nuestros problemas a costa de la desaparición de nuestro Dios. Un dios útil, al que podremos manipular a nuestro antojo, que no nos exija nada, pero que no nos da nada, sino que nos terminará quitando la libertad, bien supremo del ser humano otorgado por Dios desde el paraíso y que se haya constantemente amenazado en nuestros días.

Cada uno sabrá a lo que debe atenerse.

Enlaces relacionados:
Primera parte de este artículo

domingo, 8 de marzo de 2009

Karol II (DVD)


Bajo la dirección de Giacomo Battiato y con la excelente interpretación de Piotr Adamczyk, recibimos esta segunda y tercera parte de la productora italiana Taodue film sobre la vida de Karol Wojtyla, Karol II (2008). En estas dos partes (de aprox. 182 min. de duración) que ahora se estrenan se nos narra la vida del Papa desde su elección hasta la muerte del sacerdote Popieluszko, y desde este momento hasta su muerte.

Con una banda sonora del genial Ennio Morricone, la película nos cuenta el pontificado de Juan Pablo II como el pastor que nos guía y nos enseña su doctrina sobre el hombre, Cristo y la Iglesia, con exposiciones claras sobre los puntos principales de su magisterio.

Introduciéndose en buena parte del film en el género documental, incluso con escenas de la vida real del pontífice, nos presenta al Papa en escenarios reales, incluso con partes de diálogo que parecen entrevistas ficiticias al Papa sobre temas candentes aún de la sociedad actual.

Karma Films nos brinda este título entre los de su catálogo en un nuevo éxito más.

Otras películas:
Tomás
Bella