sábado, 7 de febrero de 2009

Nota sobre la excomunión a los prelados de San Pío X

NOTA DE LA SECRETARÍA DE ESTADO

CIUDAD DEL VATICANO, 5 FEB 2009.

La Secretaría de Estado de la Santa Sede hizo pública ayer por la tarde la siguiente nota:

"A raíz de las reacciones suscitadas por el reciente Decreto de la Congregación para los Obispos, con el que se levanta la excomunión a los cuatro prelados de la Fraternidad San Pío X, y en relación con las declaraciones negacionistas o reduccionistas de la Shoah por parte del obispo Williamson, de dicha Fraternidad, se considera oportuno aclarar algunos aspectos de la cuestión.

1. Remisión de la excomunión. Como ya se publicó anteriormente, el Decreto de la Congregación para los Obispos, fechado el 21 de enero de 2009, ha sido un acto con el que el Santo Padre respondía benignamente a las reiteradas peticiones por parte del Superior General de la Fraternidad San Pío X.

Su Santidad ha querido eliminar un impedimento a la apertura de una puerta al diálogo. Ahora espera que la misma disponibilidad sea expresada por los cuatro obispos en total adhesión a la doctrina y a la disciplina de la Iglesia.

La gravísima pena de la excomunión latae sententiae, en la que dichos obispos habían incurrido el 30 de junio de 1988, declarada después formalmente el 1 de julio del mismo año, era una consecuencia de su ordenación ilegítima por parte de monseñor Marcel Lefebvre.

El levantamiento de la excomunión ha liberado a los cuatro obispos de una pena canónica gravísima, pero no ha cambiado la situación jurídica de la Fraternidad San Pío X, que por el momento no goza de reconocimiento canónico en la Iglesia católica. Los cuatro obispos, a pesar de haber sido liberados de la excomunión, tampoco tienen una función canónica en la Iglesia y no ejercen lícitamente un ministerio en ella.

2. Tradición, doctrina y Concilio Vaticano II. Para un futuro reconocimiento de la Fraternidad San Pío X es condición indispensable el reconocimiento pleno del Concilio Vaticano II y del Magisterio de los Papas Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y del mismo Benedicto XVI.

Como ya se ha afirmado en el Decreto del 21 de enero de 2009, la Santa Sede no dejará, en los modos que juzgue oportunos, de profundizar con los interesados en las cuestiones aún abiertas, de modo que se pueda llegar a una plena y satisfactoria solución de los problemas que han dado origen a esta dolorosa fractura.

3. Declaraciones sobre la Shoah. La postura de monseñor Williamson sobre la Shoah son absolutamente inaceptables y firmemente rechazadas por el Santo Padre, como él mismo recordó el 28 de enero pasado, cuando refiriéndose a aquel execrable genocidio, reafirmó su plena e indiscutible solidaridad con nuestros hermanos destinatarios de la Primera Alianza, y afirmó que la memoria de aquel terrible genocidio debe inducir a "la humanidad a reflexionar sobre el poder imprevisible del mal cuando conquista el corazón del ser humano", añadiendo que la Shoah sigue siendo "para todos una advertencia contra el olvido, contra la negación o el reduccionismo, porque la violencia contra un solo ser humano es violencia contra todos".

El obispo Williamson, para ser admitido a las funciones episcopales en la Iglesia, tendrá que retractarse de manera absolutamente inequívoca y pública de su postura sobre la Shoah, desconocidas por el Santo Padre en el momento de la remisión de la excomunión.

El Santo Padre pide que todos los fieles recen para que el Señor ilumine el camino de la Iglesia. Que crezca el compromiso de los pastores y de todos los fieles en apoyo de la delicada y difícil misión del Sucesor del Apóstol Pedro como "guardián de la unidad" de la Iglesia".

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